El post comedor se realizó en el gimnasio porque llovía.
Martina estaba muy alterada, golpeando a un par de chicos que se acercaron. Se burló de la maestra de turno, que los cuidaba, quien comenzaba a perder la paciencia, frente a la mirada desafiante de la niñita.
Cuando trato de hablar con ella, para ver qué le pasa, dice: "Me importa un trasero!! (a los gritos). La miro pensando qué hacer y nuevamente a los gritos, larga un "Yo hago lo que se me canta el culo". Entonces hago una sonrisa pícara y le digo, despacito, medio riéndome: "No sabía que tenías un culo que canta".
Se empezó a reír, paró la locura. Cambió la escena.
Martina estaba muy alterada, golpeando a un par de chicos que se acercaron. Se burló de la maestra de turno, que los cuidaba, quien comenzaba a perder la paciencia, frente a la mirada desafiante de la niñita.
Cuando trato de hablar con ella, para ver qué le pasa, dice: "Me importa un trasero!! (a los gritos). La miro pensando qué hacer y nuevamente a los gritos, larga un "Yo hago lo que se me canta el culo". Entonces hago una sonrisa pícara y le digo, despacito, medio riéndome: "No sabía que tenías un culo que canta".
Se empezó a reír, paró la locura. Cambió la escena.
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