Sus gritos eran ensordecedores... patadas piñas... "puta!!, sos una una hija de puta!!!"... llanto... mas llanto... "Dejame, dejame!!!"... mas llanto... y mas patadas... hasta que sale un llanto con la palabra:"maaaaaaaa...!!!!".Abrazo... calma.
Terminan las patadas... solo llanto... se calma.Ahora si tocabamos esa indeterminada línea enrte el amor y odio, bronca y necesidad... angustia y desbordes.
- Tomamos la leche? Pregunta Mateo.- Ahora si.
Así, medio abrazados, nos fuimos a sentar y a compartir con los compañeritos el desayuno.
Algunas de esas escenas continuaron repitiéndose, hasta que un buen día, ya no fueron necesarias las colchonetas... ni ese lugar... el de los desbordes... Cuando otro borde se logró.
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